Cambiar de posición con frecuencia

El cambio de posición permite que la sangre llegar a la piel y mantener el tejido sano.

En una silla:

• Desplace su peso desde el lado al menos una vez por hora, cada 15 minutos si es posible.

• Pregunte por las almohadillas y los cojines que pueden reducir la presión sobre la piel.

En la cama:

• Cambiar de posición de lado a al menos cada 2 horas, con más frecuencia si es posible.

• Utilice hojas ligeras y mantas para reducir la presión y el roce (fricción).

• Pregunte por las compresas especiales y colchones que extienden la presión sobre una zona más amplia del cuerpo.

Apoye su cuerpo

Apoyo a la diseminación corporal presión sobre un área más grande.

En una silla:

• Almohadilla ligeramente la espalda y glúteos. No use cojines de tipo rostizo. Pueden reducir el riego sanguíneo a la piel.

• Acolchar ligeramente el apoyapiés en la silla de ruedas.

En la cama:

• Cuando esté tumbado boca arriba, ponga almohadas entre los tobillos y las rodillas para reducir la presión en esa zona. Mantener los codos ligeramente doblados.

• Cuando esté tumbado de lado, ponga cojines detrás de la espalda para que esté tumbado en un ángulo de aproximadamente 30 grados. También colóquese almohadas entre las piernas y entre los tobillos. Mantener los codos y las rodillas ligeramente doblado.

No frote ni deslice

Frotar y deslizar provocan que la piel para descomponerse con más facilidad.

En una silla:

• Mantenga los pies apoyados en un apoyapiés, los muslos horizontales. Esto evita que las nalgas se deslicen hacia delante.

• Levántese de los brazos de la silla para cambiar de peso o cambiar de posición.

• Sostenga los omóplatos y la espalda con una almohada.

En la cama:

• Mantenga las sábanas lisas, secas, y sin pequeños artículos que pudieran irritar la piel, como migas. Uso de un la almohadilla de piel de oveja puede ayudar a evitar el roce.

• Mantenga los pies y la cabeza ligeramente elevado para evitar que se deslice. Cuando esté en reposo en cama, no levante más la cabeza a más de 30 grados, excepto cuando sea necesario para algunas afecciones médicas o para comer.

Mantenga la piel limpia

Mantener la piel limpia y seca también ayuda a prevenir las lesiones por presión.

• Mantenga la piel libre de sudor, drenaje de orina, heces o heridas. Cambie las ropas de cama si están húmedas o sucio.

• Utilice un jabón suave para limpiar la piel. Seque la piel dando palmaditas. No frótelo.

• Aplique cremas protectoras y use compresas absorbentes si no tiene control de la vejiga o del intestino. Limpie con cuidado y seque la piel sucia justo después de cada aparición.

• Controle la piel para detectar signos de descomposición. Es posible que necesite un cuidador para examinar algunas zonas frecuentes de presión lesiones, como la parte inferior de la espalda.

Comer sano y moverse

Si está en una cama o en una silla de ruedas la mayor parte o la totalidad del tiempo, es necesario:

• Comer suficientes calorías para quedarse con un peso estable.

• Proteínas abundantes, vitaminas y hierro, y bebe una gran cantidad de líquidos cada día.

• Pida ayuda para sacarle partido a su cama o silla para que pueda cambiar de posición tanto como sea posible.

Comprobarle la piel

Haga revisiones cutáneas como parte de su la rutina diaria. La rotura de la piel comienza con pequeños cambios, pero puede progresar mucho rápidamente. Pida ayuda a un cuidador para examinar las zonas que no puede ver, incluyendo el zona lumbar. Se trata de una de las áreas más frecuentes de degradación porque es un punto de presión.

• Busque enrojecimiento, hematomas, cortes y otras irritaciones, especialmente en las zonas óseas.

• Busque costras, ampollas o zonas abiertas en la superficie de la piel. Son más graves y deben tratarse de inmediato.